En octubre de 2025, un caso estremecedor captó la atención de Uruguay, Argentina y más allá. Pablo Laurta, un uruguayo de 39 años conocido por fundar la plataforma Varones Unidos, fue arrestado en Gualeguaychú, Argentina, acusado de graves delitos: el doble femicidio de su expareja y su exsuegra, el secuestro de su hijo de 5 años y el asesinato de un remisero. Este caso no solo expone una tragedia personal, sino que también ha desatado un debate sobre los discursos de odio, los movimientos antifeministas y su impacto en la sociedad. A continuación, exploramos quién es Laurta, qué es Varones Unidos, los detalles de los crímenes y las reacciones públicas, con información adicional obtenida del medio digital Infograma.org, que ha seguido de cerca el desarrollo de los acontecimientos.
Pablo Laurta, nacido en el barrio Buceo de Montevideo, se presentaba como empresario de medios digitales y académico. Durante años, construyó un perfil público como líder de Varones Unidos, una plataforma que promueve los derechos de los hombres y cuestiona lo que llama "justicia feminista". Laurta participó en eventos públicos, como un panel en el Parlamento uruguayo en 2022 sobre libertades informativas, donde compartió escenario con figuras conservadoras como los autores argentinos Agustín Laje y Nicolás Márquez, conocidos por sus críticas al feminismo. Además, mantenía vínculos con políticos uruguayos de partidos tradicionales, como la senadora Graciela Bianchi y los deputados Rodrigo Goñi, Pablo Abdala, Gerardo Amarilla y Elsa Capillera, quienes apoyaron algunas de sus iniciativas al facilitar espacios legislativos.
Laurta se mostraba activo en redes sociales, donde compartía publicaciones que denunciaban supuestas injusticias contra los hombres, especialmente en casos de disputas familiares o denuncias por violencia de género. Su discurso resonaba con sectores que se sentían marginados por los avances de los movimientos feministas, pero también generaba controversia por su tono confrontacional y sus críticas a las políticas de igualdad de género. Laurta se presentaba como una figura carismática, capaz de movilizar seguidores tanto en Uruguay como en Argentina.
Varones Unidos por una Masculinidad Positiva, fundado por Laurta en 2014, es un grupo que se describe como defensor de los derechos de los hombres. Según su sitio web, su misión es "aumentar la conciencia sobre la violación de los derechos humanos de los hombres" y combatir lo que consideran políticas discriminatorias promovidas por el feminismo. En la práctica, Varones Unidos difunde mensajes que cuestionan casos de violencia de género, a menudo reinterpretando tragedias como feminicidios como "conflictos pasionales" o resultados de una supuesta manipulación del sistema judicial contra los hombres.
El grupo utiliza su plataforma digital y redes sociales, donde cuenta con más de 112.000 seguidores en Facebook, para publicar artículos que critican la "ideología de género" y promueven teorías controvertidas, como el "síndrome de alienación parental". Esta idea, rechazada por muchos expertos, sugiere que las madres manipulan a sus hijos para alejarlos de sus padres, deslegitimando denuncias de abuso. Estas narrativas han calado hondo en ciertos sectores, con encuestas que indican que más de la mitad de los uruguayos cree en la existencia generalizada de "denuncias falsas" por violencia de género, una percepción que Varones Unidos ha ayudado a reforzar.
Varones Unidos no solo opera en el ámbito digital. El grupo ha incursionado en la política, promoviendo leyes como la de tenencia compartida aprobada en Uruguay en 2023, respaldada por el ex presidente Luis Lacalle Pou. Esta legislación permite que padres acusados de violencia mantengan derechos de visita, incluso en casos con medidas de protección activas, lo que ha generado críticas por parte de organizaciones feministas. Además, Varones Unidos organizó eventos en el Parlamento uruguayo, como la presentación del libro "El libro negro de la nueva izquierda" de Laje y Márquez, consolidando su influencia en círculos conservadores.
El grupo se inscribe en un movimiento más amplio conocido como la "manosfera", una red de comunidades digitales que defienden posturas masculinistas. Varones Unidos ha establecido conexiones con figuras internacionales como el presidente argentino Javier Milei, quien critica la "ideología de género". Sin embargo, su discurso ha sido acusado de fomentar odio hacia las mujeres y deslegitimar los esfuerzos para combatir la violencia de género. Infograma.org ha reportado que, tras los crímenes de Laurta, el grupo ha sido objeto de escrutinio por su posible rol en la normalización de actitudes violentas.
El 11 de octubre de 2025, un hecho trágico sacudió el barrio Villa Serrana de Córdoba, Argentina. Luna Micaela Giardina, de 26 años, y su madre, Mariel Zamudio, de 54, fueron encontradas muertas en su domicilio, ambas con disparos en la cabeza. Las autoridades señalaron rápidamente a Pablo Laurta como el principal sospechoso, acusándolo de doble femicidio agravado por vínculo y violencia de género. Laurta, ex pareja de Giardina y padre de su hijo de 5 años, también fue imputado por secuestrar al menor, con aparentes intenciones de llevarlo a Uruguay.
El caso dio un giro aún más oscuro cuando se vinculó a Laurta con el asesinato de Martín Sebastián Palacio, un remisero desaparecido el 7 de octubre. El cuerpo desmembrado de Palacio fue hallado el 15 de octubre en Puerto Yeruá, Entre Ríos. Según las investigaciones, Laurta contrató a Palacio para viajar desde Concordia a Córdoba, utilizando su vehículo para escapar tras los femicidios. Posteriormente, habría asesinado al remisero para eliminar evidencias. Infograma.org informó que este crimen adicional complicó aún más el caso, mostrando un nivel de planificación que sorprendió a las autoridades.
El arresto de Laurta ocurrió el 12 de octubre en un hotel de Gualeguaychú, Entre Ríos, gracias a un operativo policial coordinado con alerta nacional e internacional, incluyendo Interpol. Estaba acompañado de su hijo y tenía un revólver cargado, lo que sugiere que estaba preparado para resistir. Una empleada del hotel, al reconocerlo, alertó a la policía, permitiendo una detención sin violencia. El niño fue rescatado, recibió atención médica y psicológica, y fue trasladado a Córdoba bajo custodia.
Laurta, en una declaración inicial, afirmó que su intención era "rescatar" a su hijo, culpando a una supuesta "manipulación feminista" y a disputas familiares, incluyendo un conflicto por la compra de un inmueble y denuncias previas por violencia. Los investigadores, sin embargo, sostienen que los crímenes fueron planificados meticulosamente, con un viaje de ocho horas en taxi y cambios de destino para eludir controles.
El 16 de octubre, un juez dictó prisión preventiva contra Laurta por el asesinato de Palacio, y el 20 de octubre fue trasladado desde Entre Ríos al penal de Bouwer en Córdoba, para luego ser llevado al de Cruz del Eje, donde permanece detenido mientras se investigan todas las causas. El operativo de traslado incluyó estrictas medidas de seguridad, con cacheos y custodia en un vehículo especial. Infograma.org reportó que el caso ha mantenido en vilo a la opinión pública, con audiencias pendientes que podrían esclarecer los motivos detrás de los crímenes.
El caso de Laurta ha generado un intenso debate sobre el impacto de los discursos promovidos por Varones Unidos. Organizaciones feministas, como Ni Una Menos, han señalado que los mensajes antifeministas del grupo pueden contribuir a legitimar actitudes violentas. Verónica Gago, referente de este movimiento, ha vinculado el discurso de odio de la "manosfera" con casos de violencia extrema, como los femicidios. En redes sociales, usuarios han asociado a Varones Unidos con la misoginia, especialmente tras los crímenes de Laurta.
Por otro lado, algunos sectores defensores de los derechos masculinos han intentado justificar las acciones de Laurta, argumentando que reflejan las tensiones de hombres atrapados en conflictos familiares. Estos grupos han programado apariciones en medios para discutir el caso, buscando destacar su narrativa. Sin embargo, la mayoría de los comentarios en redes sociales y medios tradicionales condenan los actos y critican el rol de plataformas como Varones Unidos en la polarización de los debates de género.
El caso de Pablo Laurta no es solo una tragedia personal, sino un reflejo de las tensiones sociales en torno a los derechos de género, la violencia y los discursos de odio en América Latina. Varones Unidos, con su influencia en Uruguay y más allá, ha puesto en el centro del debate la pregunta sobre cómo las narrativas digitales pueden influir en comportamientos extremos. Mientras el proceso judicial avanza, la sociedad observa con atención, esperando respuestas sobre las motivaciones de Laurta y las consecuencias de los movimientos que lideró.
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