La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció que no participará en la X Cumbre de las Américas, programada para diciembre en Punta Cana, República Dominicana. La decisión ha generado revuelo en la región, especialmente tras el comentario irónico del presidente dominicano, Luis Abinader, quien evitó profundizar en la postura de Sheinbaum sobre el reciente Nobel de la Paz otorgado a la opositora venezolana María Corina Machado, limitándose a decir "sin comentarios".
La exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela de la cumbre, por no ser miembros de la OEA, ha sido un punto de fricción. Organizaciones como la Central de Trabajadores de Cuba han criticado la medida, exigiendo una mayor inclusión de los países latinoamericanos. La ausencia de Sheinbaum, primera mujer en liderar México, podría interpretarse como un gesto de protesta ante esta exclusión, alineado con su discurso de autonomía diplomática: "Nos coordinamos, no nos subordinamos".
Sheinbaum, quien asumió la presidencia el 1 de octubre de 2024 tras ganar las elecciones con un contundente 59,7% de los votos, ha centrado su gobierno en fortalecer los programas sociales, promover la igualdad de género y aplicar políticas ambientales basadas en su experiencia como científica climática. Sin embargo, su decisión de no asistir a la cumbre llega en un momento delicado, con tensiones regionales por el T-MEC y la migración, además de desafíos internos como la violencia de los cárteles y la implementación de una controvertida reforma judicial.
La postura de México en la cumbre podría marcar el tono de su política exterior en los próximos meses, mientras Sheinbaum busca consolidar su liderazgo en un contexto global polarizado.
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