La ciudad de Los Ángeles vivió un fin de semana de alta tensión luego de intensas protestas contra los recientes operativos migratorios liderados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), que desembocaron en enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden locales y federales.
Los hechos más violentos se registraron el sábado en la ciudad de Compton, donde un automóvil fue incendiado en medio de una manifestación que rechazaba la presencia y acciones del ICE en vecindarios de alta población inmigrante. La escena fue caótica, marcada por gritos, pancartas y humo, mientras los manifestantes exigían el cese inmediato de las redadas migratorias.
Horas antes, en Paramount, cerca de una tienda Home Depot, otro grupo de manifestantes bloqueó una calle utilizando carritos de compra y prendieron fuego a montones de basura, generando un ambiente de confrontación que obligó a intervenir a los cuerpos de seguridad. La protesta, organizada de forma espontánea en redes sociales, fue una respuesta directa a los operativos realizados en distintas zonas del condado de Los Ángeles.
El viernes por la noche, las tensiones comenzaron a escalar cuando decenas de manifestantes rodearon vehículos tácticos y camionetas negras del ICE durante una operación en el centro de Los Ángeles. Según reportes oficiales, los agentes utilizaron granadas aturdidoras para dispersar a la multitud, mientras al menos una persona intentó bloquear la salida de uno de los vehículos oficiales.
Hasta el momento, no se ha ofrecido un balance oficial de personas detenidas ni lesionadas, aunque videos difundidos en redes sociales muestran momentos de forcejeo y enfrentamientos directos entre civiles y policías.
Organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes han condenado enérgicamente los operativos y el uso de fuerza por parte de las autoridades, mientras líderes comunitarios llaman a mantener la protesta pacífica. Por su parte, portavoces del ICE han defendido las acciones, asegurando que se llevan a cabo de acuerdo con la ley y con el objetivo de “garantizar la seguridad y el cumplimiento migratorio”.
Las protestas podrían continuar en los próximos días, ya que activistas han convocado nuevas movilizaciones frente a edificios gubernamentales y estaciones policiales, en lo que se perfila como una semana clave en la lucha por los derechos de los inmigrantes en Estados Unidos.
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