Estados Unidos y China alcanzaron este jueves varios acuerdos económicos y políticos tras la reunión entre los presidentes Donald Trump y Xi Jinping en la Base Aérea de Gimhae, en Busan, que suponen una desescalada significativa en la guerra comercial entre ambas potencias. El encuentro, que se prolongó por casi dos horas, concluyó con promesas de cooperación y una reducción mutua de tensiones.
Trump, visiblemente satisfecho, calificó la cita como “un 12 en una escala del 1 al 10” y anunció rebajas arancelarias, la suspensión temporal de tasas portuarias y avances en materia agrícola y energética. “Predigo que tendremos un acuerdo comercial con Pekín muy pronto”, dijo el mandatario estadounidense a bordo del Air Force One, de regreso a Washington.
Entre las medidas concretas, Trump informó de la reducción del 20 % al 10 % de los aranceles impuestos a China por el tráfico de fentanilo, mientras que Pekín anunció el aplazamiento durante un año de las restricciones a la exportación de tierras raras y el levantamiento de los últimos gravámenes aplicados a productos estadounidenses. Además, China se comprometió a retomar la compra de soja, suspendida durante la guerra comercial, y a ampliar las adquisiciones de productos agrícolas de EE. UU., aunque sin detallar cuáles.
El presidente estadounidense destacó también que ambos países acordaron “trabajar juntos” en relación con la guerra en Ucrania, un tema que calificó como “muy importante” durante su conversación con Xi, socio estratégico de Moscú. Pekín, sin embargo, no confirmó ese punto en sus comunicados oficiales.
Uno de los grandes ausentes en la reunión fue el tema de Taiwán. Trump admitió posteriormente que “nunca salió” durante el encuentro y defendió su decisión de no abordarlo. Su postura hacia la isla ha sido más ambigua que la de su antecesor, Joe Biden, a quien ha criticado por “provocar” a Pekín y por “permitir que Taipéi robe la industria de los chips estadounidenses”.
Tampoco hubo avances en el caso de TikTok, pese a la presión de Washington para que la aplicación se desvincule de su matriz china. El Ministerio de Comercio de China se limitó a señalar que “gestionará adecuadamente los asuntos relacionados”.
El líder chino, por su parte, llamó a “evitar caer en un círculo vicioso de represalias” y subrayó que China “nunca busca desafiar ni reemplazar a ningún país”. Según la agencia oficial Xinhua, Xi instó a Trump a centrarse en una cooperación de largo plazo y en el beneficio mutuo.
Aunque los analistas consideran que los anuncios representan una tregua temporal más que un acuerdo duradero, las medidas adoptadas podrían aliviar la tensión en los mercados y abrir una nueva etapa de diálogo entre las dos mayores economías del mundo.
La reunión en Busan puso fin a la gira asiática de Trump, que comenzó el domingo en Kuala Lumpur, continuó en Japón y culminó en Corea del Sur. El mandatario adelantó que volverá a reunirse con Xi en abril del próximo año en China.
“Ha sido un encuentro extraordinario”, resumió Trump. “Creo que estamos viendo el comienzo de una nueva relación con China.”
Infograma.org

No hay comentarios:
Publicar un comentario