El grupo islamista Hamas anunció este viernes que acepta liberar todos los rehenes israelíes, vivos o fallecidos, y abrir un proceso de negociaciones mediadas con miras a un acuerdo de paz con Israel, siguiendo una propuesta impulsada por el expresidente estadounidense Donald Trump.
El anuncio, hecho público a través de un comunicado oficial, marca el avance más significativo hacia una posible tregua duradera desde el recrudecimiento del conflicto en Gaza en 2023. Sin embargo, tanto Israel como observadores internacionales coinciden en que la paz aún no está garantizada.
El llamado Plan de Paz de Gaza, promovido por Trump, propone un alto el fuego inmediato, la liberación total de los rehenes israelíes y la formación de una administración provisional en Gaza, supervisada por países árabes moderados y Naciones Unidas.
Hamas comunicó su aceptación “de los principios básicos del plan” y expresó disposición a “negociar los mecanismos de implementación” en reuniones previstas en El Cairo. Sin embargo, el grupo no ha aceptado aún la parte más polémica del acuerdo: el desarme total de sus fuerzas y la entrega de control territorial a una coalición internacional.
“Estamos listos para discutir cada punto de manera seria, siempre que se respete la soberanía del pueblo palestino y el derecho a resistir la ocupación”, señaló un portavoz de Hamas en Gaza.
Desde Washington, Donald Trump —quien volvió al poder a inicios de 2025— dio a Hamas un plazo hasta el domingo a las 6:00 p.m. (hora local) para aceptar completamente el plan, advirtiendo que “de lo contrario, todo el infierno podría desatarse”.
Al mismo tiempo, el mandatario ordenó a Israel “detener inmediatamente los bombardeos” sobre Gaza mientras se desarrolla el proceso de negociación. “No habrá paz si siguen cayendo bombas mientras se discute cómo detener la guerra”, declaró Trump durante una conferencia en la Casa Blanca.
Aunque el Gobierno israelí no ha emitido una respuesta formal al anuncio de Hamas, fuentes del Ejército confirmaron que se han reducido las operaciones ofensivas en algunas zonas de Gaza y se ha priorizado una “estrategia defensiva” a la espera de resultados concretos en las negociaciones.
Sin embargo, los ataques aéreos continuaron en las últimas horas, dejando decenas de muertos, según reportes de agencias internacionales.
Un funcionario del Ministerio de Defensa israelí, bajo condición de anonimato, dijo que el país “no bajará la guardia hasta que Hamas entregue a todos los rehenes y garantice el fin de sus actividades armadas”.
El anuncio fue recibido con cautela por Naciones Unidas, Egipto y Catar —principales mediadores en el conflicto—, que consideraron el paso de Hamas como “positivo pero insuficiente”.
“Lo importante no es lo que se promete, sino lo que se cumple”, expresó el secretario general de la ONU, António Guterres, al instar a ambas partes a “aprovechar esta oportunidad histórica”.
Según fuentes diplomáticas, una delegación de Hamas viajará en las próximas horas a El Cairo, donde se reunirán representantes israelíes y mediadores internacionales para discutir las condiciones del alto el fuego y el intercambio de prisioneros.
Aunque el anuncio ha generado expectativas en la comunidad internacional, analistas coinciden en que el proceso enfrenta enormes obstáculos. Entre ellos, las divisiones internas en Hamas, la desconfianza del gobierno israelí y la falta de consenso sobre quién administrará Gaza tras un eventual acuerdo.
De concretarse los pasos iniciales —la liberación de rehenes y la reducción de hostilidades—, el conflicto podría entrar en una fase de transición que marcaría el inicio del fin de una guerra que ha dejado más de 40 mil muertos en Gaza y una devastación humanitaria sin precedentes.
Por ahora, el mundo observa con cautela mientras una frágil esperanza de paz comienza a tomar forma en Medio Oriente.
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