En el vasto y evocador universo del cine, pocos directores logran capturar la esencia de lo humano a través de lo monstruoso como Guillermo del Toro. Con su más reciente obra, Frankenstein, estrenada en cines selectos el 17 de octubre de 2025 y próxima a llegar a Netflix el 7 de noviembre, el cineasta mexicano ofrece una reinterpretación profundamente personal de la novela seminal de Mary Shelley. Esta no es una película de terror al uso, sino un drama gótico impregnado de lirismo, que explora la creación, la paternidad y la búsqueda de humanidad en un mundo que rechaza lo diferente. Para los lectores de Infograma.org , esta cinta no solo es un hito cinematográfico, sino un testimonio del poder del arte para reimaginar historias eternas.
Un Proyecto de Toda una Vida
Para Guillermo del Toro, Frankenstein no es solo una película, sino la culminación de un sueño que comenzó a los 11 años, cuando la novela de Shelley se convirtió en lo que él mismo describe como su "Biblia". Durante más de una década, el director ha trabajado en esta visión, escribiendo el guion y coproduciendo junto a J. Miles Dale y Scott Stuber. La película, filmada entre Toronto, Londres y Escocia, refleja la pasión de un creador que ha dedicado su vida a dar vida a monstruos con alma. En palabras de del Toro, esta no es una historia de horror, sino una exploración filosófica y emocional de la criatura como un ser que transita de la inocencia de un niño a la profundidad de un pensador trágico.
La trama sigue a Victor Frankenstein, interpretado con intensidad por Oscar Isaac, un científico brillante pero cegado por su ambición, quien da vida a una criatura (Jacob Elordi) en un experimento que desafía las leyes de la naturaleza. La ruina de ambos, creador y creación, se desarrolla en un relato que, según Isaac, incorpora un matiz latinoamericano y católico, añadiendo una capa de intimidad cultural a la narrativa. La criatura de Elordi, descrita como un "desempeño revelador", es el corazón de la película: un ser que comienza como un lienzo en blanco y evoluciona hacia una figura compleja, cuestionando su propia existencia.
El diseño de producción es, como era de esperarse, impecable. La iluminación, los vestuarios y los escenarios góticos transportan al espectador a un mundo que evoca tanto la novela de Shelley como las influencias visuales de del Toro, reminiscentes de obras como *El laberinto del fauno*. La banda sonora, compuesta por Alexandre Desplat, refuerza el tono emocional con melodías líricas que evitan los clichés del terror, creando una experiencia inmersiva que resuena con el alma.
El reparto es un punto álgido de la producción. Oscar Isaac aporta una mezcla de genialidad y arrogancia a Victor Frankenstein, mientras que Jacob Elordi, en el papel de la criatura, ofrece una interpretación que ha sido celebrada como vulnerable y poderosa. Acompañándolos, talentos como Mia Goth, Christoph Waltz, Charles Dance, Lars Mikkelsen, Felix Kammerer, David Bradley y Christian Convery enriquecen el universo de la película, cada uno aportando matices a esta tragedia gótica.
Desde su presentación en festivales como Venecia y Toronto en agosto de 2025, Frankenstein ha generado entusiasmo entre críticos y audiencias. Con un 87% de aprobación en Rotten Tomatoes y una calificación de 7.4/10 en IMDb, la película ha sido elogiada por su dirección, diseño visual y las actuaciones, especialmente la de Elordi. Los críticos la describen como "un épico suntuoso" y "una obra maestra técnica que merece la pantalla grande", aunque algunos señalan que no alcanza la perfección narrativa de otras obras de del Toro. Sin embargo, su impacto es innegable: es una carta de amor al monstruo, al marginado, y a la humanidad que reside en lo que el mundo descarta.
Con una duración aproximada de 2 horas y 20 minutos, Frankenstein se estrenó en cines mexicanos bajo la distribución de Pimienta Films, ofreciendo una experiencia visual que brilla en la pantalla grande. Su llegada a Netflix permitirá que un público global descubra esta joya, que combina la sensibilidad única de del Toro con una historia que sigue resonando dos siglos después de su creación.
Para los amantes del cine que buscan narrativas profundas y visuales inolvidables, Frankenstein de Guillermo del Toro es una cita imprescindible. Es una prueba más de que, en las manos de un maestro, incluso los monstruos pueden enseñarnos lo que significa ser humano.
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