Zhi Dong Zhang, conocido mundialmente como “Brother Wang”, fue entregado este jueves a la justicia de Estados Unidos, marcando un nuevo capítulo en la lucha global contra el narcotráfico y el lavado de dinero. El ciudadano chino, considerado una pieza clave en las operaciones de los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG), fue recapturado en Cuba tras haberse fugado de su arresto domiciliario en México.
Apodado también como el “rey del fentanilo”, Zhang había sido detenido en octubre de 2024 en la capital mexicana, pero el pasado 11 de julio logró escapar de la prisión domiciliaria concedida por un juez, lo que provocó una fuerte polémica y cuestionamientos al sistema judicial mexicano. Veinte días después, fue arrestado nuevamente en Cuba y, tras gestiones diplomáticas, extraditado a Estados Unidos, donde enfrenta múltiples cargos por narcotráfico, lavado de dinero y colaboración con organizaciones criminales catalogadas como terroristas.
Un personaje clave dentro del crimen transnacional
Nacido en Pekín hace 38 años, Zhang es señalado como el líder de una red criminal internacional dedicada al tráfico de precursores químicos para la producción de drogas sintéticas, particularmente fentanilo, y al blanqueo de capitales provenientes del narcotráfico.
Según Victoria Dittmar, investigadora de InSight Crime en México, el acusado habría lavado más de 20 millones de dólares a través de un entramado de unas 100 empresas fachada distribuidas entre América Latina, América del Norte, Europa y Asia.
“Su papel corresponde al de un bróker o intermediario: una figura esencial en la cadena de suministro del fentanilo. Facilitaba la llegada de precursores químicos desde China hacia los laboratorios mexicanos”, explicó Dittmar.
El perfil de Zhang, conocido por su bajo perfil y apariencia empresarial legítima, le permitió moverse con discreción y operar durante años sin levantar sospechas. Su función, detallan expertos, era tender puentes entre los grupos criminales y los proveedores de sustancias químicas legales, amparándose en una red empresarial que justificaba las importaciones.
China y el flujo de precursores químicos
De acuerdo con la profesora Yadira Gálvez Salvador, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, China se ha convertido en la principal fuente de precursores químicos empleados en la producción de fentanilo.
“Sus precios bajos, su enorme industria química y la flexibilidad regulatoria facilitan el suministro de estas sustancias, aunque operar en ese entorno requiere contactos, conocimiento del idioma y dominio de los códigos culturales”, explicó la académica.
Gálvez también advirtió que las acusaciones contra Zhang podrían ampliarse, al vincularlo con grupos considerados terroristas por Estados Unidos, como los cárteles mexicanos, además de cargos por narcotráfico y lavado de dinero.
Un golpe a las redes criminales internacionales
Expertos en seguridad como Samuel González, ex titular de la Unidad Especializada en Delincuencia Organizada de la Procuraduría General de la República (PGR), consideran la recaptura de “Brother Wang” un duro golpe para las redes del narcotráfico global, especialmente por su rol de enlace entre Asia y América.
“El gobierno mexicano estaba bajo una enorme presión. La fuga de un personaje de este calibre fue un escándalo que puso en entredicho la capacidad del poder judicial para hacer frente a figuras del crimen organizado”, sostuvo González.
A su vez, Dittmar enfatizó que enfocarse en actores como “Brother Wang” resulta crucial para desmantelar las redes de tráfico, ya que los intermediarios poseen habilidades, contactos y recursos que no son fáciles de reemplazar dentro de las organizaciones criminales.
Zhi Dong Zhang se enfrenta ahora a una cadena de procesos judiciales que podrían revelar la dimensión real del papel de China en el tráfico global de fentanilo y la compleja red de lavado de dinero que sostiene al narcotráfico moderno.
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