El robo de las cámaras de seguridad en el Liceo José Francisco Peña Gómez, en el distrito municipal de Jaibón Pueblo Nuevo, Mao, provincia Valverde, ha puesto nuevamente sobre la mesa la fragilidad de la seguridad en los centros educativos del país.
De acuerdo con informaciones obtenidas, al menos cuatro estudiantes del propio plantel ingresaron la madrugada del pasado domingo y sustrajeron los equipos, quedando captados en las mismas grabaciones que posteriormente fueron utilizadas para identificarlos.
Este lunes, la dirección del liceo sostuvo una reunión con los padres de los implicados, en la que se acordó que estos se harán responsables de los daños ocasionados. Sin embargo, hasta el momento no se ha precisado si los jóvenes, quienes cursan segundo y cuarto de secundaria, recibirán algún tipo de sanción disciplinaria.
La situación se agrava por la falta de seguridad permanente en el plantel, que no cuenta con vigilancia nocturna fija ni con presencia constante de la Policía Escolar, cuerpo que, según denuncias, suele rotarse entre distintos centros educativos.
El caso ha generado inquietud en la comunidad y revive el debate sobre la necesidad de reforzar las medidas de prevención en las escuelas, en momentos en que el Ministerio de Educación ha reiterado en diversas ocasiones la importancia de garantizar entornos seguros y en armonía para estudiantes y docentes.
La ocurrencia de hechos como este pone de relieve el desafío de asegurar las instalaciones escolares en todo el territorio nacional, especialmente en planteles donde la ausencia de vigilancia facilita situaciones que afectan tanto al patrimonio del Estado como al proceso educativo.
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