El Colegio de Médicos de Quebec (CMQ) ha planteado la posibilidad de permitir la eutanasia en recién nacidos que presenten enfermedades graves, malformaciones severas o síndromes irreversibles que eliminen toda expectativa de vida. La propuesta, que busca abrir un debate sobre los límites de la asistencia médica para morir, ha generado atención y cuestionamientos en el ámbito internacional, ya que una medida similar solo está autorizada actualmente en los Países Bajos.
En una declaración oficial, el CMQ sostuvo que “la asistencia médica para morir puede ser un tratamiento adecuado para los bebés que sufren dolores extremos que no pueden aliviarse o que presentan malformaciones severas o síndromes polisintomáticos graves”.
Hasta ahora, en Canadá los padres únicamente pueden solicitar la suspensión de tratamientos médicos en casos de condiciones irreversibles, lo que permite que la muerte ocurra de manera natural. Sin embargo, la propuesta del organismo médico implicaría un paso más allá, al permitir acelerar el fallecimiento de los menores afectados mediante intervención médica.
La discusión surge en un contexto en el que la eutanasia en Canadá ha experimentado un crecimiento sostenido desde su legalización en 2016. Ese año se registraron poco más de 1.000 casos, mientras que en 2023 la cifra ascendió a 15.343, lo que representa el 4,7 % de las muertes totales en el país.
El marco legal también se ha ampliado progresivamente. En un plazo de dos años, se permitirá a pacientes con enfermedades mentales solicitar la asistencia médica para morir, y actualmente el Parlamento estudia la posibilidad de extender esta práctica a menores de edad bajo ciertas condiciones.
La propuesta del Colegio de Médicos de Quebec abre un nuevo capítulo en la discusión sobre los límites éticos, médicos y legales de la eutanasia, enfrentando posiciones encontradas entre quienes la consideran una opción de compasión y quienes advierten sobre los riesgos de vulnerar la vida de los más indefensos.
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