En respuesta a una de las peores crisis demográficas de Europa, el gobierno de Italia, liderado por la primera ministra Giorgia Meloni, ha aprobado un nuevo plan migratorio que contempla la entrega de 497,550 visas de trabajo a ciudadanos de países no pertenecientes a la Unión Europea entre 2026 y 2028.
El plan forma parte del Decreto Flussi 2025, aprobado el pasado 30 de junio, y se suma a los 452,000 permisos laborales ya emitidos entre 2023 y 2025. Esta medida busca cubrir las crecientes vacantes en sectores clave como la agricultura, el turismo, la industria y los servicios, al tiempo que ordena el flujo migratorio mediante canales legales y controlados.
Distribución progresiva de visas por año
Según datos oficiales, la distribución de las nuevas visas se hará de manera escalonada:
2026: 164,850 permisos
2027: 165,000 permisos
2028: 167,700 permisos
Del total, 267,000 estarán destinados a trabajos estacionales —principalmente en agricultura y turismo— mientras que 230,550 se asignarán a empleos no estacionales, incluyendo actividades industriales, servicios técnicos y emprendimientos autónomos.
Italia necesita más inmigrantes para sostener su economía
Italia enfrenta un acelerado envejecimiento poblacional. Solo en 2023, se registraron 281,000 muertes más que nacimientos, una cifra alarmante que compromete tanto el sistema previsional como el mercado laboral. Según estimaciones citadas por Reuters, el país necesitará alrededor de 10 millones de inmigrantes antes de 2050 para mantener estable su población activa.
La organización agropecuaria Coldiretti celebró la medida, señalando que es vital para garantizar la recolección de frutas y verduras en temporada alta, donde tradicionalmente han faltado manos.
Cómo será el proceso de solicitud de visas en Italia
El proceso iniciará formalmente en otoño de 2025, cuando las empresas italianas podrán registrar sus solicitudes de trabajadores a través del portal oficial del Ministerio del Interior.
Para hacerlo, los empleadores deberán:
1. Comprobar que no hay personal local disponible para el puesto.
2. Presentar la documentación correspondiente.
3. Obtener un permiso preliminar conocido como “nulla osta”, que permitirá al trabajador extranjero tramitar su visa en el consulado italiano de su país.
Las solicitudes se harán durante los llamados “click days”, fechas específicas en las que los cupos se habilitan y se asignan por orden de llegada. El proceso será totalmente digital, aunque algunas gestiones finales dependerán de embajadas y consulados.
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